Las personas mayores me aconsejaron de abandonar los dibujos de serpientes boas, ya sean abiertas o cerradas y de mejor poner interés en la geografía, en la historia, en el cálculo y en la gramática. Es así como abandoné, a los seis años, mi magnífica carrera de pintor. Había quedado desilusionado por el fracaso de mi dibujo número 1 y de mi dibujo número2. Las personas mayores jamás comprenden nada por sí solas, y es fastidioso, para los niños, tener que darles explicaciones una y otra vez.
Sé que en algún lugar del mundo, existe una rosa única, distinta de todas las demás rosas, una cuya delicadeza, candor e inocencia, harán despertar de su letargo a mi alma, mi corazón y mis riñones. A esa rosa, donde quiera que esté, dedico este trabajo, con la esperanza de hallarla algún día, o de dejarme hallar por ella. Existe... rodeada de amapolas multicolores, filtrando todo lo bello a través de sus ojos aperlados, cristalinos y absolutamente hermosos...
El Principito.
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